Como todos los grandes proyectos, LAU nace como un sueño, el sueño de enseñar la cultura china a Latinoamérica. Nuestro fundador y padre con 17 años sale de Hong Kong para lanzarse a un mundo desconocido. Desembarca en Venezuela, una tierra próspera y llena de oportunidades, su primer restaurante abre sus puertas en un sector exclusivo en el año 1.972, con el nombre Las acacias. Al mismo tiempo nuestra mamá y fundadora se venía especializando en comida china trabajando en los mejores restaurantes de Bogotá. El decide venir de vacaciones a Colombia, y de manera casual, se cruza con la que sería su esposa y nuestra madre; sin esperarlo, encuentra el amor y el propósito de vida al mismo tiempo en nuestro país. Enamorado de TODO, no busco regresar. Su técnica, sazón, origen y tradición se armonizó de manera perfecta con el conocimiento y trayectoria de mamá, para dar vida en el año 1982 a CHOW FAN, restaurante que nace en Chapinero, y que gozó de gran acogida y reconocimiento. Cuando estábamos pasando nuestro mejor momento, ¡vendimos! Sí, así fue; teníamos que iniciar de cero, pero ya estábamos acostumbrados a los retos, así que trabajamos fuerte hasta de nuevo volver a abrir nuestro propio restaurante MR. LAU ubicado en chapinero, Bogotá. Se abre una gran oportunidad de nuevo en Venezuela y decidimos ir tras ella. Allí estuvimos un par de años, hasta que el corazón empieza a latir más fuerte por Colombia, nos estaba exigiendo regresar, así que sin pensarlo mucho, decidimos volver. Hicimos muchos amigos, entre ellos, la Embajada China con quien aún trabajamos en diferentes proyectos. Todo este legado fue transmitido a nosotros sus hijos, quienes tenemos hoy el privilegio y la responsabilidad de hacer que el sueño de papá se cumpla, aunque ya no esté con nosotros. Hoy somos LAU INTERNACIONAL, y nuestro deseo es que puedas compartir en familia los mejores platos tradicionales de China, tal como lo hicimos con papá, sentados alrededor de la mesa disfrutando de abundante y deliciosa comida, al son de sus mejores relatos de vida. Si llegaste hasta aquí, es porque esta historia se sigue escribiendo contigo. Gracias por ser parte.